
Encarcelaron a sus esposos, y les nació la conciencia
Eva, Francisca, Andrea, Marta… son los nombres de las esposas, de las hijas, de las hermanas de presos indígenas detenidos, encarcelados y enjuiciados en procesos judiciales plagados de irregularidades que se derivan muchas veces de la tortura como método de “investigación”, y del encarcelamiento como forma de contención de inconformidades sociales. El “castigo” institucional hacia quienes tienen la osadía de manifestarse, organizarse o protestar, alcanza no solo a los condenados a pasar prácticamente toda su vida en una cárcel, sino a sus esposas, sus hijos e hijas, sus padres, sus madres y al resto de la familia. […]