Rutilio Escandón, el coordinador estatal de Morena, que difícilmente será candidato a gobernador

Andrés Manuel López Obrador se inclinó por un empleado de Palacio para que coordine a Morena en el estado y, posiblemente, se convierta en candidato a gobernador.

El nombramiento, surgido de una oscura encuesta, es cuestionada por los propios militantes, quienes deberían estar ya acostumbrados a los arranques inopinados de su líder, quien hace 12 años, se decidió por Juan José Sabines Guerrero, el peor gobernador de Chiapas, y eso que en la entidad hemos tenido gobiernos fatales.

AMLO es un hombre pragmático a quien le preocupa poco la calidad de sus alianzas. Lo mismo atrae y bendice a empresarios saqueadores que a políticos con un pasado maloliente y perverso.

Tampoco es que Rutilio Escandón Cadenas, actual presidente del Tribunal Superior de Justicia, sea ya el candidato definitivo para contender por la gubernatura en Chiapas, bajo las siglas de Morena.

Puede haber muchos cambios. Nuevas “encuestas” que obliguen a Andrés Manuel López Obrador a cambiar de candidato. Si ve, que en los meses que faltan, la figura del presidente del Tribunal Superior de Justicia, no prende o no recibe los apoyos que ahora espera, lo sacrificará sin miramiento alguno.

Y no será precisamente un “morenista” declarado el que se convierta en candidato. AMLO todavía está observando la disputa que se vive en el PRI-Verde, entre Roberto Albores Gleason, Eduardo Ramírez Aguilar, José Antonio Aguilar Bodegas y Luis Armando Melgar, para ver si por ahí puede rescatar un candidato respondón y con posibilidades de abonarle votos y dinero a su candidatura.

El ganador del nombramiento de Rutilio Escandón como coordinador estatal de Morena es el gobernador Manuel Velasco, quien ha visto con enorme gusto que ha quedado uno de los suyos en ese partido, y no alguien ajeno a su círculo político, como Óscar Gurría o Zoé Robledo.

El presidente del poder judicial, Rutilio Escandón.

En Chiapas, AMLO apostó por perder la gubernatura estatal para encontrar recursos que alimenten su carrera hacia la presidencia de la república. Rutilio Escandón apenas le aportará un poco más de votos que María Elena Orantes, cuando fue candidata en el 2012.

Hay desde luego malestar en varios de los dirigentes de Morena en Chiapas, pero continuarán en su nicho, porque esperan algo: candidatura a presidencias municipales, diputaciones o senadurías, las cuales serán nombradas muy pronto y con el palomeo del coordinador estatal, quien buscará colocar a sus colaboradores más cercanos, por encima de los pejistas de toda la vida.

Algunos dirigentes de Morena se irán, pero no en estos momentos, sino cuando ya vean perdidas todas sus posibilidades. Ahora todavía tienen la esperanza de que algo o mucho les tocará y ansían —de la mano bondadosa de AMLO, de su hermano y operador político Pío y de Rutilio Escandón— una tajada en el pastel.