Jaime Valls, la noticia inadvertida

Una noticia que pasó inadvertida, pese a su importancia en el nivel nacional, fue la reelección por unanimidad de Jaime Valls Esponda, como secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

Esta reelección fue un reto especial para el exrector de la Unach, porque lo logró sin el equipo que lo había arropado, entre los que se contaban José Antonio Meade y Luis Videgaray, y sin el apoyo de su padre, el ministro Sergio Valls Hernández, quien falleció a fines de 2014. 

En los cuatro años que Jaime Valls se ha desempeñado al frente de la ANUIES, no solo logró que esta institución alcanzara mayor visiblidad e interlocución con los poderes Ejecutivo y Legislativo, como reconoció la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, sino que construyó nuevos vínculos de colaboración, en especial con el nuevo secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, y con el rector de la UNAM, Enrique Graue.

No todo es producto de relaciones, sino también de capacidad, porque de lo contrario habría registrado abstenciones o votos en contra, por el contrario, los 195 rectores y directores de universidades e institutos de educación superior, votaron por unanimidad su reelección.

El director del Instituto Politécnico Nacional, Mario Alberto Rodríguez Casas, elogió el cumplimiento de las líneas de acción durante su gestión, y el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Emilio José Baños Ardavín, reconoció su “excelente labor”, sobre todo, en el otorgamiento de mayores estímulos fiscales a las universidades. Eduardo Abel Peñalosa Castro, rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, resaltó su trabajo colaborativo en la educación superior.

Jaime Valls, director general de la ANUIES, en su discurso de reelección.

Después de tomar protesta, Jaime Valls explicó los cinco puntos de acción que normarán su nueva gestión, entre las que destacan el financiamiento a las universidades y la creación de un Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior. En el  primer punto se busca brindar certeza jurídica y presupuestal a las instituciones de educación superior, porque sabido es que la mayoría está en bancarrota. 

“Se requiere”, dijo, “la concertación de un nuevo modelo para el financiamiento público de la educación superior con proyección plurianual, bajo los principios de suficiencia, equidad, transparencia y reconocimiento al desempeño institucional; que responda de manera adecuada a las necesidades de las  instituciones públicas de educación superior, permitiéndoles ofrecer una educación de mejor calidad, invertir decididamente en la ciencia, la tecnología y la innovación, en las artes y la cultura, en el deporte, y cumplir con cabalidad sus funciones sustantivas”. 

Los otros tres puntos, enmarcados en Visión y Acción 2030 de la ANUIES, contemplan la creación de un marco normativo que permita asegurar la pertinencia de la oferta educativa con las necesidades actuales, la ampliación de la cobertura con calidad y equidad para atender a un mayor número de mexicanos, así como el compromiso de las universidades de hacer un uso eficiente, racional, austero y transparente de los recursos “que ejercen y de la rendición de cuentas a la sociedad”.

De izquierda a derecha: Iván Camacho, secretario interinstitucional de la Unach; Luis Serrano, secretario particular de la ANUIES, y Carlos Natarén Nandaya, rector de la Unach, en la asamblea de la ANUIES.

En la asamblea para reelegir al expresidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, estuvieron presentes los personajes más importantes de la educación nacional, como Esteban Moctezuma; la directora de Conacyt, María Elena Álvarez Buylla, y Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior, quienes le manifestaron palabras de reconocimiento. 

Deseo que los próximos cuatro años de gestión sean exitosos para Jaime Valls, uno de los pocos chiapanecos que tienen un cargo de importancia en México, y porque al fin de cuentas lo que logre la ANUIES redundará en beneficio de las universidades que atraviesan por un momento difícil por la falta de recursos suficientes y por el reto de consolidar sus programas académicos y ofertar otros que sean pertinentes y que incidan en el desarrollo del país. 

Por lo pronto, este fin de semana Valls estuvo en la tribuna de la Cámara de Diputados en donde pidió que no eliminen del todo las cuotas en las universidades, porque representaría un impacto financiero de 13 mil millones de pesos por año.