
Muertes justas e injustas
Luego de ocho años de violencia sostenida en un país sin estado de derecho en el que muy pocas personas defienden el debido proceso judicial y prefieren los tribunales mediáticos, las venganzas a domicilio o la humillación pública como justicia poética, han contaminado peligrosamente el debate sobre la necesidad de reconstrucción del tejido social que erradicará la corrupción.