
El gobierno de la gente… pero de la gente encabronada
Primero fue “Obras son amores y no buenas razones” (frase mal atribuida a Teresa de Calcuta), que todavía ni el mismo Gómez Arana siguen sin saber qué se quiso decir; ahora Manuel Velasco insiste con nueva cantaleta mediática plagada de contradicciones: el gobierno de la gente, mismo concepto utilizado por el oportunista Sami David.