Me dueles Goyo, nos dueles Goyo, nos dolemos por tí y por nosotros
Goyo, me gustaría asegurarte que cambiaste la historia, que lograste unir al gremio, que no habrá otra desaparición que ocurra en silencio. Pero no puedo adelantarme. Eso sí, tu caso fue diferente porque tu jefa y tus compañeros se la jugaron por ti, porque en Veracruz ya se sacudieron el miedo.