Por una nueva pedagogía de la enseñanza de la historia
Por Eduardo Grajales. Enseñar historia es una experiencia divertida para quienes nos apasiona el tema, pero puede ser tediosa y aburrida para quien asocia a esta ciencia como un conjunto de datos discordantes, de hazañas de personajes con nombres raros y rimbombantes, cuyos relatos muchas veces parecen no tener relación entre sí, mucho menos una funcionalidad en la realidad actual











