El inocente y el ladrón/ tercera de diez partes
Por Alfredo Palacios Espinosa/ Cuando mi estado de salud se agravó no me quedó otra que buscar el alivio y ante la corazonada de que mi último refugio en las montañas del norte del estado ya no ofrecía mayor seguridad, con el apoyo de mi familia, aunque no muy convencida, tomé la decisión de trasladarme a la Ciudad de México para operarme.










