Invitados

México. Foto: Cortesía

¿Qué sigue?

Por Benjamín Díaz Salazar/Me pregunto, y les pregunto, ¿qué sigue? ¿Qué nos toca vivir después de ver desaparecer a 43 estudiantes, ver morir a miles de personas en una guerra de poder contra el crimen y de ver la brutalidad policiaca y militar de nuestro país? ¿Qué sigue después de la imposición de reformas educativas, financieras, económicas y energéticas que hunden a nuestra nación en la ignorancia y la pobreza?

acteal

En Acteal, no cumplió la Justicia

Felipe Arizmendi Esquivel/La justicia tiene como base la verdad, y no sólo un procedimiento penal. Sin justicia, no hay paz. Por ello, se debe investigar la verdad de los hechos, y no limitarse a aspectos meramente legales. No es tiempo de venganzas, sino de justicia y de verdad.

Buenos Aires, quizá el 20 de diciembre, 2001, poco antes de la renuncia de Fernando de la Rúa. (Foto tomada de El blog de Abel.)

Estado en entredicho

Por Andy Lemoine/Los hechos, tanto del 30 de junio en Tlatlaya como del 26 de septiembre en Iguala, son de dominio público: órganos del estado asesinaron a población civil y en el último caso los desaparecieron. En el mismo sentido, las consignas no podrían ser más homogéneas: en el primer caso se exige el castigo a los miembros del ejército que realizaron los asesinatos, mientras que en el segundo se clama justicia y la aparición de los 43 normalistas desaparecidos. ¿Cómo explicarnos tanto los hechos mismos como el estallido de indignación generado por éstos?

El procurador general de la república, 7 de noviembre de 2014. (Foto: Presidencia de la República)

Preguntas sobre la tragedia

Pedro Salmerón Sanginés/Todas estas preguntas salen, únicamente, de un caso, de un documento. ¿Cuántas fosas clandestinas se han encontrado en estos 45 días en los alrededores de Iguala? ¿Cuántas decenas de muertos no identificados? ¿Quién quiso eludir todas estas preguntas mediante el linchamiento mediático de un político de oposición? Y podríamos regresar a las mismas preguntas, o trasladarlas a Tlatlaya, a Nuevo Laredo, a Ciudad Juárez, a Apatzingán, a Ecatepec, a todo el país.

Diputados y diputadas mienten a comunidad UNACH. Foto: Archivo

Diputados y diputadas mienten a comunidad UNACH

Dr. Martín Mundo Molina/Mintieron. Faltaron a su palabra. Fuimos burlados. Los universitarios fuimos engañados por los legisladores, quienes aseguraron que cualquier cambio a la Ley Orgánica de la UNACH sería consultada con la comunidad universitaria.

Afuera de las viviendas del EZLN se ilumina por los desaparecidos. Foto: Elizabeth Ruiz

Iguala y la refundación del Estado

En medio de sonoras acusaciones nacionales e internacionales de responsabilidad estatal en los hechos de Iguala del 26 de septiembre, nuestro país ha removido por todos sus rincones incluso a los más escépticos. Se ha hecho evidente que sectores que generalmente se mantienen al margen de movilizaciones y manifestaciones en la calle han expresado descontento por los hechos.

Padres de jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa. Foto: Témoris Grecko

“Yo sé leer”: vida y muerte en Guerrero

Por Juan Villoro/En este territorio bipolar, el carnaval coexiste con el apocalipsis. El emporio turístico de Acapulco y la riqueza de los caciques contrasta con la pobreza de la mayoría, y el narcotráfico no es la principal causa de su deterioro.

Para impedir su desaparición. Foto: AFP

Memoria de los normalistas rebeldes

Fue a partir de la desaparición forzada de personas y documentos como se intentó borrar de la historia, y crear una imagen negativa de lo que representaba un normalista. Ahora nos damos cuenta que peor que la muerte es la desaparición, pues desaparecer involucra borrar de la memoria colectiva un crimen.

La narco-política

Iztapalapa, ¿eslabón de Ayotzinapa?

Por Francisco Gómez Maza/Hay mucho más de 25 mil personas desaparecidas que las autoridades de Gobernación se comprometieron a buscar desde hace más de un año, y nadie ha vuelto a referirse a ello. Es dramática la situación en la que están sobreviviendo los mexicanos. Ni en las dictaduras militares más criminales ha ocurrido lo que está pasando en un país “democrático” del que se enorgullece la clase política.