La olla de presión en la que están metiendo a Chiapas
Estos jóvenes y viejos políticos –estoy convencida que no depende de la edad, si no de la formación y la inteligencia emocional- no están acostumbrados a la crítica. Les molesta, prefieren la adulación. Sin saber que para su propia carrera política les podría hacer más bien la crítica que el halago fácil. La primera nos hace ver nuestros errores, nos exige cuentas, nos obliga al esfuerzo diario; la segunda en cambio nos hace perezosos, tiranos y ciegos.









