Chiapas, preocupación nacional
La declaración del presidente Enrique Peña Nieto fue contundente: Chiapas es un tema de preocupación nacional.
La declaración del presidente Enrique Peña Nieto fue contundente: Chiapas es un tema de preocupación nacional.
A diferencia de otras ocasiones, en que por estas fechas se tenía ya a un claro sucesor a la rectoría de la Unach, en estos momentos se valora todavía a la persona que dirigirá la universidad en los próximos cuatro años.
Después de leer Las amantes del poder (Planeta, 2014), de Sanjuana Martínez, me quedé con la certeza de que Carlos Salinas de Gortari maneja a los títeres principales de la política de este país, en especial a Enrique Peña Nieto.
La desaparición –y posible muerte- de 43 normalistas de Ayotzinapa es un indicador de la descomposición del Estado mexicano.
Con las modificaciones a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Chiapas se abre la posibilidad para que el actual rector continúe en el cargo por un periodo más y para que académicos –incluso políticos– que ya han cumplido 60 años puedan optar por la rectoría de la máxima casa de estudios.
Médico, poeta y sabio, Rothschuh afirma con verdad científica que el coyol de agua engendra solo hijas, el coyol de bola reproduce puro muchachitos, pero el coyolón fertiliza sin discriminar prole de todos los sexos. El güevon no sobrevive al mundo de las redes virtuales si acaso el weon , el wüevon o wevon. A webo.com. Y el que no es “güevón es capón. Verdadero nini: ni trabaja ni cumple sexualmente” (p. 52).
Los ciudadanos de esta ciudad vivimos indignados. Molestos. Pero no sabemos canalizar nuestro coraje. Sentimos que algo marcha mal, que algo no funciona, que hay un fuerte hedor en la administración pública, pero nos vemos incapaces de cambiar algo. Aplacamos nuestra ira y preferimos dirigirla al vecino de al lado, al otro ciudadano también indignado que camina o conduce un coche.
Lisbona no se ha detenido esta vez en los zoques, tampoco en la Revolución, sino que ha volteado su mirada a una población escurridiza y pocas veces visibilizada en los estudios académicos y en los medios: los chinos en Chiapas.
Una estrategia perversa de vincular a los normalistas de Ayotzinapa con el crimen organizado ha empezado a difundir el gobierno a través de sus periodistas incondicionales.