Diplomacia indígena en el 13o Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, 2014

Bordadora indígena tsotsil en Oventic, Chiapas. Foto: Elizabeth Ruiz

Bordadora indígena tsotsil en Oventic, Chiapas. Foto: Elizabeth Ruiz

 

Por Araceli Burguete Cal y Mayor [1]

 

El año 2013 y lo que va del primer semestre del año 2014, la diplomacia indígena (Torres, 2013)[2] ha estado muy activa en reuniones y negociaciones en numerosos encuentros internacionales que preparan la celebración de la primera “Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas” que habrá de celebrarse el 22 y 23 de septiembre de 2014, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York[3].

Se trata de una reunión plenaria de alto nivel del “69 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas” (ONU) en donde habrá de discutirse y, sobre todo, lograr acuerdos constructivos para avanzar en los compromisos concretos que los Estados deben asumir para materializar los derechos humanos de los pueblos indígenas que quedaron contenidos en la “Declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas” (2007); pero que se han estancado por falta de voluntad y compromiso de los Estados. Situación a la que Rodolfo Stavenhagen ha llamado “la brecha de implementación”, cuando fuera primer Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2001-2007)[4].

La agenda indígena para esa reunión fue construida desde el año 2011, mediante sendos encuentros de pueblos indígenas en las siete regiones del mundo en donde ésos viven, en sus territorios ancestrales[5]. La agenda indígena global dio sus primeros frutos al celebrarse, del 8 al 13 de junio de 2013 la “Conferencia Preparatoria Global Indígena para la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas” en Alta, Noruega. Más 600 delegados indígenas y observadores asistieron al evento, incluyendo miembros del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas[6]. El resultado de esta reunión se conoce como el “Documento Final adoptado en Alta”[7].

Sobre la base de esos consensos, de nuevo la diplomacia indígena se reunió en el “13º periodo de sesiones del Foro Permanente” celebrado del 12 al 23 de mayo de 2014, en la sede de la ONU en Nueva York y cuyo eje articulador de los debates giró alrededor del sugerente título que da cuenta del objetivo político indígena para el nuevo decenio: “Principios de buena gobernanza acordes con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas: artículos 3 a 6 y 46”[8].

En una entrevista realizada a la Dra. Mirna Cunningham -una de las diplomáticas indígenas más experimentadas, ex Presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas y actualmente Asesora del Presidente de la Asamblea General sobre la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas-, puntualizó los temas debatidos en el Foro Permanente (De Cicco, 2014)[9].

En primer lugar, apunta, está el tema de la gobernanza. La aspiración indígena es avanzar en el ejercicio del derecho a la autodeterminación, materializada mediante la autonomía. Entendiendo ésta como la “restitución de espacios de autogobierno y autonomía propios de los Pueblos Indígenas[10]”. La buena gobernanza (o buen gobierno), comprende el respeto y la protección de los derechos humanos como principios esenciales de la misma.

Se plantea asimismo la definición de mecanismos de relación entre los Pueblos Indígenas y los Estados para participar en la toma de decisiones que tienen que ver con sus propias comunidades, pero también con el resto de la sociedad: “Algo que quedó en claro –afirma Cunningham- es que la brecha entre los derechos reconocidos y la posibilidad de ejercerlos sigue siendo uno de los desafíos centrales, junto al tema del derecho a la libre determinación.”

Otro punto central es el derecho a participar y decidir. En este tenor un punto central es el derecho al consentimiento previo, libre e informado. Se trata de institucionalizar mecanismos y procedimientos sobre la obligación del Estado a consultar y el derecho de los pueblos a consentir; incluyendo su derecho a rechazar.

Se considera que éste debe ser un procedimiento institucionalizado de participación y decisión de los pueblos; como un mecanismo para lograr acuerdos y de esa manera que no se les impongan políticas, ni programas desde afuera sin que los conozcan previamente.

Este derecho es fundamental en el contexto global cuando los pueblos están bajo amenaza por una mayor presión sobre sus territorios, para inversiones mineras, forestales, energéticas e hidroeléctricas. En suma, los pueblos indígenas están demando en el concierto de las naciones, autodeterminación, autonomía, autogobierno, consentimiento, participación y decisión. Lo que se espera son mecanismos y procedimientos concretos para su institucionalización.

En este mismo tenor un tema presente en el Foro Permanente es el relativo a mujeres indígenas. Sorprende el protagonismo femenino indígena no sólo en su presencia y participación en el Foro desde 2002, en el primer periodo de sesiones, sino en la visibilidad de sus liderazgos, a grado tal que hoy el cargo de Relatora Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas ha sido ocupado (junio de 2014) por Victoria Tauli-Corpuz, una mujer indígena filipina. Mientras que la vice presidencia del Foro Permanente lo ocupa María Eugenia Choque Quispe (abril 2014), una mujer Aymara de Bolivia.

Este protagonismo femenino ha conducido a que el Foro Permanente en su corta vida (desde 2002), le haya prestado particular atención, con más de cien recomendaciones[11]. Pese a este esfuerzo, sin embargo, dado el tamaño de los rezagos y amenazas sobre las mujeres, sus protagonistas exigen un mayor compromiso de los Estados y los organismos multilaterales y el sistema ONU, que no siempre se ha logrado.

En el 13o Foro las mujeres indígenas llegaron con su propia voz y su propia agenda. Previamente se reunieron en Lima, Perú, en octubre de 2013, en la Conferencia Global de Mujeres Indígenas. El lema de la conferencia era contundente: «Nada sobre nosotras, sin nosotras», y “Todo acerca de nosotras, con nosotras.». Era un reclamo contundente a todos y todas; y sobre todo a los hombres indígenas y a las mujeres no indígenas, a que dejen de hablar por ellas[12]. Era una exigencia para evitar que otros y otras hablen (hablemos) en su nombre y representación. Claramente reclaman el derecho a su voz propia, al derecho a su propia autoría[13].

Otro tema de importancia que se discutió en el 13o Foro Permanente fue en el cómo poder avanzar en corregir los puntos de los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”, ya que en su primera versión éste ignoró la especificidad de los Pueblos Indígenas. Por lo que se propone que la agenda que se discute para el desarrollo post 2015 los pueblos indígenas deben quedar incorporados puntualmente y, deben establecerse las instituciones necesarias, así como los fondos y mecanismos concretos para alcanzar las nuevas metas de la Agenda de desarrollo post 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por lo que es deseable lograr un tercer decenio internacional de los pueblos indígenas del mundo (2015-2025)[14].

Aunque para la diplomacia indígena la Conferencia se valora como una oportunidad para poder avanzar en la materialización de la Declaración de la ONU, no se ignoran las dificultades que se enfrentan, ya que los Estados se resisten a compromisos concretos; lo que ha dado lugar a una virtual confrontación entre los liderazgos de la diplomacia indígena y los representantes de los Estados, estando en riesgo incluso la celebración de la Conferencia.

En este escenario de amenazas, el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, hizo un llamado a los Estados a comprometerse con la agenda de la conferencia indígena. Cito textual una nota periodística que recogió las tensiones presentes en la actividad de apertura de la 13o sesión del Foro Permanente y, el tamaño del desafío que se enfrenta para septiembre de 2014:

La ONU abrió hoy la decimotercera sesión del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas con un llamamiento generalizado a dar más atención a los derechos de estas comunidades y a incluirlas en las negociaciones sobre la agenda global de desarrollo post-2015…. Esta sesión del foro -que se prolongará hasta el 23 de mayo, 2014- tiene como asunto central el «buen gobierno» (o gobernanza), pero también debe preparar la celebración de la primera Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas, prevista para septiembre próximo… La cita {el Foro} ha sido motivo de polémica por las diferencias entre los Estados miembros y las propias comunidades indígenas, que hacen que la celebración {la Conferencia} no pueda garantizarse, según dijo hoy en una conferencia de prensa la presidenta del foro indígena, Dalee Sambo Dorough…. Para el secretario general, el éxito de la conferencias dependerá de que ‘los Estados miembros y los pueblos indígenas trabajen juntos de forma constructiva y flexible’…»[15].

Este escenario sombrío incluye también a la voluntad omisa del gobierno mexicano. México es una paradoja en el terreno internacional de los derechos de los pueblos indígenas. Desde la perspectiva de la diplomacia indígena México es considerado como un “Estado amigo”, ya que siempre está dispuesto a hacer lobby y a puentear a favor de los contactos y las puertas que se requieren abrir en el alto nivel del poder global.

Por ello es frecuente que los embajadores y funcionarios federales del gobierno de México estén siempre en la primera plana de las propuestas y al acompañamiento de la agenda indígena. Y todas y todos los funcionarios federales y las y los diputados indígenas (de todos los partidos, y ahora no fue sólo el Diputado Carlos de Jesús Alejandro, que ha sido persistente en la agenda indígena nacional) que asistieron en esta 13o sesión del Foro, se posicionaron a favor de la agenda indígena que allí se debatía.

Pero esas posiciones tienen poca o casi nula incidencia en las decisiones políticas en el México real. Como es ampliamente conocida la reforma energética de julio de 2014 -que se negociaba justo en el momento en que los representantes del Estado mexicano participaban en Nueva York-, decidía atentar abiertamente en contra de los territorios indígenas, al aprobar reformas claramente extractivistas.

Como se sabe  en la Ley energética se prevé que mediante un ejercicio de “consulta” (a modo), se ofrecerá a las poblaciones indígenas “utilidad compartida” (lo que alerta sobre una posible propuesta de “ley de consulta previa” adhoc para su manipulación) para minimizar escenarios de confrontación; y, si los pueblos “consultados” se resisten, de cualquier manera, por ser la actividad petrolera y eléctrica prioridad constitucional, los territorios indígenas (y no indígenas) podrán ser expropiados como causa de utilidad pública[16]. En este escenario real, los buenos oficios de los funcionarios mexicanos en el lobby internacional resultan irrelevantes para los pueblos indígenas mexicanos.

Así las cosas, el 2015 es un momento histórico que se vislumbra como un escenario de tensiones en México. No sólo porque es un año electoral sino también, porque es probable que para entonces nuevas amenazas de despojo territorial vayan concretándose al materializarse las reformas estructurales. Pero también al mismo tiempo, habrá que ver qué tanto puede el gobierno de México continuar con su política internacional de doble moral en materia de derechos de pueblos indígenas.

Tal vez algo intente hacer para ganar alguna coherencia en el terreno internacional. O quizá, simplemente decida ignorarlo y proceda con su hoja de ruta de reformas ya planeadas en materia agraria e indígena, en donde, además de todo lo ya perdido en las pasadas reformas, se vislumbran nuevas amenazas, ahora a la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, y en recortes a la integridad del artículo segundo constitucional, no para mejorarlo, sino para vaciarlo de la médula autonómica y despolitizarlo.

 

[1] Profesora-investigadora del CIESAS-Sureste. Agradezco la asesoría de Margarita Gutiérrez Romero para la elaboración de esta colaboración. Ella hace parte desde hace varios años de la diplomacia indígena. Participó en el 13o Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, al que aquí refiero, como parte de la delegación del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), en representación de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas de México (CONAMI).

[2] El concepto de “Diplomacia indígena” intenta dar cuenta de un lento proceso de reconocimiento de los “Pueblos Indígenas” como categoría jurídica en el derecho internacional y en el ámbito internacional de las naciones. Aunque la presencia indígena activa en el terreno internacional se remonta a más de tres décadas (algunos lo refieren hasta 1924); sin embargo su presencia era rechazada por diversos Estados quienes los consideraban unos “intrusos”, ya que su status no era la de un pueblo-Estado. Pero, después del año 2007 cuando se aprueba la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas, su reconocimiento adquiere mayor legitimidad y ahora “ya entran por la puerta principal del edificio de la ONU”. Aunque ello no gusta del todo a muchos Estados, quienes se sienten amenazados por la presencia indígena; toda vez que les recuerda que “los pueblos indígenas existen antes que los Estados-nacionales”, lo que les cuestiona. En este reconocimiento reciente de 2007, la diplomacia indígena se ha fortalecido ya que sus representantes adquieren rango de “embajadores”; o al menos de legítima representación de los pueblos de los que provienen. Proceso de reconocimiento que ha entrado en una fase de -lenta pero importante- institucionalización en los foros internacionales (Torres, 2013). De los esfuerzos que la diplomacia indígena realizó en el pasado 13º Foro Permanente sobre las Cuestiones Indígenas, en mayo de 2014,  me refiero esta comunicación. Cfr.Torres Cisneros, Gustavo A., 2013, “Diplomacia indígena: transitando del problema a la solución”, en  Revista Mexicana de Política Exterior, Núm. 98, mayo-agosto de 2013, Secretaría de Relaciones Exteriores, México, pp. 197-232.

[3] Se refiere a la “Reunión Plenaria de Alto Nivel del 69 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la ONU”, que se conocerá como “Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas”. Cfr. “Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas”, en Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, ONU. Disponible en: http://undesadspd.org/indigenouses/Portada/ConferenciaMundial.aspx. Consultado en julio de 2014.

[4] Para conocer los detalles de las conclusiones de Rodolfo Stavenhagen sobre la situación mundial de los Derechos de los Pueblos Indígenas, pueden consultarse sus informes temáticos. Cfr. Stavenhagen, Rodolfo, “Informes Temáticos del Relator Especial sobre la situación de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de los Pueblos Indígenas del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas”, ONU. Disponible en: http://www.cinu.org.mx/prensa/especiales/2008/Indigenas/libro%20pdf/Libro%20Stavenhagen%20UNESCO.pdf. Consultado en julio de 2014.

[5] De acuerdo con cifras proporcionados por la ONU los indígenas en el mundo suman más de 370 millones de personas distribuidos en 70 países de los cinco continentes, en las diversas zonas del mundo, desde el Ártico hasta el norte circumpolar, del Pacífico Sur a las Américas, y extensas zonas de Asia, África, e incluso Medio Oriente. Las poblaciones indígenas son llamadas también primeros pueblos, primeras naciones, pueblos tribales, pueblos originarios, nativos, naturales, indios aborígenes, autóctonos, naciones, nacionalidades, etcétera. Pero todos ellos, independiente del nombre regional con el que se les llame (muchas veces como conceptos racistas y discriminatorios), o con el que se autoadscriban (como reivindicación política), todos ellos son “pueblos indígenas”, porque esta es la categoría jurídica de su reconocimiento en el derecho internacional. Se trata de por lo menos 5.000 grupos sociales con identidad específica en el mundo. Todos ellos son pueblos indígenas, independientemente de su color de piel y rasgos fenotípicos; pues los hay de todos los matices de la diversidad étnico-cultural mundial. Y, son pueblos indígenas porque refiere a su situación política: se trata de pueblos existiendo antes que los Estados, viven en condición colonial hasta nuestros días (colonialismo interno), bajo la subordinación de un Estado-nación y una sociedad nacional que los subordina bajo criterios de etnicidad (colonialidad del poder). Por su condición étnica se les ha negado sus derechos de ciudadanía y son, en todos los casos, excluidos de los procesos de toma de decisiones. La mayoría vive en sus territorios ancestrales, subordinados a un Estado y una sociedad nacional colonizadores. Han sido despojados y por ello empobrecidos y excluidos; por lo que se sitúan en los sectores sociales más pobres y desprotegidos de sus países. Se les obliga a la asimilación y son criminalizados cuando se oponen. Hoy día la diversidad étnica en el mundo está amenazada por el exterminio de pueblos (genocidio cotidiano), ante la amenaza de desaparición de sus propios idiomas e identidades. Cfr. “Pueblos indígenas”, ONU. Disponible en: http://www.un.org/es/globalissues/indigenous/index.shtml. Consultado en julio de 2014.

[6] La Comisión de Derechos Humanos estableció el  “Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas”, que inició su primera reunión en el año 2002. Se constituye como un órgano subsidiario del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), cuyo mandato consiste en analizar las cuestiones indígenas relacionadas con el desarrollo económico y social, el medio ambiente, la cultura, la educación, la sanidad y los derechos humanos de los pueblos indígenas del mundo. El Foro Permanente tiene como mandato prestar asesoramiento especializado y formula recomendaciones sobre las cuestiones indígenas al ECOSOC, así como a los programas, fondos y organismos de las Naciones Unidas. Se pidió al Foro que ofreciera asesoramiento especializado y recomendaciones al Consejo y, por su conducto, a los programas, fondos y organismos de las Naciones Unidas. El Foro está compuesto por 16 expertos independientes, ocho de los cuales son nominados por autoridades gubernamentales nacionales y ocho más por el presidente del Consejo Económico y Social siguiendo lo acordado en el proceso de consultas con las organizaciones indígenas. Todos los miembros desarrollan sus actividades durante un período de tres años, con la posibilidad de volver a ser nombrados por un año más. Cfr. “Preguntas y respuestas”. Disponible en: http://www.unicef.org/lac/preguntas_frecuentes(3).pdf. Consultado en julio de 2014.

[7] El documento final de Alta se hospeda en el siguiente vínculo: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N13/474/72/PDF/N1347472.pdf?OpenElement. Consultado en julio de 2014.

[8] Dichos artículos de la Declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas y que se han puesto sobre la mesa como la agenda mínima refieren a: “Artículo 3.- Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.”. “Artículo 6.- Toda persona indígena tiene derecho a una nacionalidad.”. Y, “Artículo 46.- 46.1. Nada de lo contenido en la presente Declaración se interpretará en el sentido de que confiere a un Estado, pueblo, grupo o persona derecho alguno a participar en una actividad o realizar un acto contrarios a la Carta de las Naciones Unidas, ni se entenderá en el sentido de que autoriza o alienta acción alguna encaminada a quebrantar o menoscabar, total o parcialmente, la integridad territorial o la unidad política de Estados soberanos e independientes. 46.2.- En el ejercicio de los derechos enunciados en la presente Declaración, se respetarán los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos. El ejercicio de los derechos establecidos en la presente Declaración estará sujeto exclusivamente a las limitaciones determinadas por la ley y con arreglo a las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Esas limitaciones no serán discriminatorias y serán sólo las estrictamente necesarias para garantizar el reconocimiento y respeto debidos a los derechos y las libertades de los demás y para satisfacer las justas y más apremiantes necesidades de una sociedad democrática. 46.3.- Las disposiciones enunciadas en la presente Declaración se interpretarán con arreglo a los principios de la justicia, la democracia, el respeto de los derechos humanos, la igualdad, la no discriminación, la buena gobernanza y la buena fe.” Un reporte sobre esta reunión puede verse en el vínculo: http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/2014/report-advance.pdf. Consultado en julio de 2014.

[9] De Cicco, Gabby, 2014, “Los Pueblos Indígenas exigen participación efectiva en los espacios de Naciones Unidas”. Disponible en: http://www.awid.org/esl/Las-Noticias-y-Analisis/Notas-de-los-Viernes/Los-pueblos-indigenas-exigen-participacion-efectiva-en-los-espacios-de-Naciones-Unidas. Consultado en julio de 2014.

[10] El énfasis es mío.

[11] Cfr. “La mujer indígena”. Disponible en: http://undesadspd.org/indigenouses/Portada/Cuestiones/MujerInd%C3%ADgena.aspx. Consultado en julio de 2014.

[12] La “Declaración de Lima de la Conferencia Global de Mujeres Indígenas, octubre 2013”, está disponible en: http://www.forestpeoples.org/es/topics/las-cuestiones-de-genero/news/2013/11/declaracion-de-lima-de-la-conferencia-global-de-mujeres. Consultado en julio de 2014.

[13] El ejercicio del derecho a la voz propia, sin mediaciones étnicas y políticas, es una exigencia generalizada dentro del movimiento indígena mundial, y fue esta una más de las razones por lo que la celebración de la Conferencia ha estado amenazada, ante la negativa de los Estados a que los indígenas estén sentados en condición de paridad en la mesa de negociaciones. Los actores políticos indígenas rechazan, en lo general, las voces de intermediarios(as), y reclaman el derecho a la autorepresentación y a hablar por sí, sobre sí mismos. Esta ha sido una lucha de más de tres décadas dentro de la ONU. Es importante mencionar que en esta causa, los indígenas han ganado –además del Foro Permanente- otro espacio de poder y de representación indígena dentro de la ONU: el “Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”. Se creó en el 2007 por el Consejo de Derechos Humanos que es el principal órgano de los Derechos Humanos dentro de las Naciones Unidas. Es un órgano subsidiario del Consejo. Su mandato es proporcionar asesoría temática. Realiza investigaciones diversas sobre temas de interés y también puede presentar propuestas para que el Consejo las examine y apruebe. El Mecanismo de Expertos está compuesto por cinco expertos independientes en derechos de los pueblos indígenas. Los expertos son nombrados por el Consejo de Derechos Humanos, el cual presta la debida atención a los expertos de origen indígena, así como el equilibrio de género y la representación geográfica. Cfr. “Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”. Disponible en: http://www.ohchr.org/SP/Issues/PIndigenas/EMRIP/Paginas/EMRIPIndex.aspx. Consultado en julio de 2014.

[14] Se evaluó que el “Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo” cuyo periodo fue de 2005 a 2014, no cumplió con los objetivos fundamentales que se propuso, a saber:

“-El fomento de la no discriminación y de la inclusión de los pueblos indígenas en la elaboración, aplicación y evaluación de la legislación, las políticas, los recursos, los programas y los proyectos en todos los niveles;

-El fomento de la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas en las decisiones que afectan directa o indirectamente a sus estilos de vida, a sus tierras tradicionales, su integridad cultural o cualquier otro aspecto de sus vidas;

-La redefinición de las políticas de desarrollo para que incluyan una visión de equidad y espero de la diversidad cultural y lingüística de los pueblos indígenas;

-La adopción de políticas, programas, proyectos y presupuestos que tengan objetivos específicos para el desarrollo de los pueblos indígenas, con parámetros concretos, e insistiendo en particular en las mujeres, los niños y los jóvenes indígenas;

-La creación de mecanismos de supervisión estrictos y la mejora de la rendición de cuentas a rodos los niveles en lo tocante a la aplicación de los marcos jurídicos, normativos y operacionales para la protección de los pueblos indígenas y el mejoramiento de sus vidas.” Cfr. “Pueblos Indígenas”. Disponible en: http://www.un.org/es/globalissues/indigenous/. Consultado en julio de 2014.

[15] “ONU pide mayor atención para derechos indígenas en nueva agenda de desarrollo. Ban Ki-Moon, hizo especial hincapié en el problema que el cambio climático plantea para muchas poblaciones indígenas”, 12 de mayo de 2014, El Día.com, Bolivia. Disponible en: http://www.eldia.com.bo/index.php?cat=360&pla=3&id_articulo=145037.

Consultado en mayo de 2014.

[16] Ballinas, Víctor y Andrea Becerril, 2013, “Proyecto energético del PRI y PAN, ‘privatización salvaje’: PRD”, en Diario La Jornada, 8 de diciembre de 2013, México DF.

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