Juego de baches

 

Hace algún tiempo la brillante y sarcástica idea de adoptar un bache corrió como pólvora por la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, aunque no fue el único lugar de Chiapas donde este cuestionamiento al deterioro y descuido de la pavimentación de nuestras calles tuvo repercusión. Algo que también ha sido visible en otros lugares del país como Torreón, Monterrey, Puebla, etc. Incluso muchas otras iniciativas ciudadanas se han creado con la finalidad de mejorar la fisonomía capitalina, así como forma de incentivar la colaboración de los vecinos en el embellecimiento y conservación de su entorno vital.

Bacheando calles en Palenque, Chiapas. Foto: Archivo

Bacheando calles en Palenque, Chiapas. Foto: Archivo

Creo que cualquier ciudadano de las urbes chiapanecas, puesto que tal propuesta estuvo vinculada a las mismas y no al medio rural que tiene sus propios problemas, y sin tomar en cuenta sus ideas o vinculaciones políticas, no duda que nuestro territorio pavimentado que suele llevarnos a nuestras residencias o desplazarnos por la ciudad es un cúmulo de agujeros que debemos eludir si tenemos vehículo, o que se tienen que sufrir si se utilizan los servicios públicos de transporte. Y esos mismos ciudadanos tampoco desconocen que si no cumplen con sus obligaciones en la hacienda local las multas y recargos serán tan visibles como los baches y que no cejarán los funcionarios de perseguirlos hasta que cumplan con su pago. De ahí que la campaña que se realizó de adoptar un bache era, como dije arriba, un sarcasmo, una socarronería sobre el propio vivir ciudadano a quienes constantemente se les distrae con cuentos sobre los casos extremos del clima chiapaneco para disculpar estas deficiencias en obras que deberían ser duraderas. Si nuestros climas son extremos existen muchos otros más extremos y que no sufren de estas deficiencias desmesuradas.

Todos sabemos cuáles son los motivos del deterioro rápido y constante de las carpetas de nuestras calles, pero tal vez la asunción de ello impida que alguien hurgue más allá, porque él hará lo mismo cuando esté en el poder o simplemente porque la denuncia es vana. Por eso el sarcasmo puede ser un arma eficaz, al menos para concienciar y reafirmar a quienes saben dónde se encuentra el problema, a pesar de no tener en sus manos las soluciones.

Hace unos días vi la noticia de que varias colonias marginales de Tuxtla Gutiérrez habían recibido la gracia, puesto que así parece ser tratado el asunto, de pavimentar algunas calles. No crean que demasiadas, pero suficientes para que el presidente municipal en turno inaugure, se tome fotos y gire instrucciones. Medidas comunes de las formas de hacer política ficción puesto que esa es la labor de su compromiso adquirido como alcalde, aunque su llegada al cargo tenga muchas sombras políticas que no hace falta repetir en este artículo.

Tengo la impresión que si se rehabilitara la campaña de la adopción de baches nuestra capital seguiría sacando huérfanos de nuestras calles, aunque no dudo que en algún momento quisiéramos tener más cerca “un dragón” que nos solucionara la guerra contra nuestros peligrosos hoyos urbanos, como si estuviéramos viendo la serie Juego de Tronos. No estaría mal darle seguimiento a los acondicionamientos dados en las colonias de Paso Limón, Cerro Guadalupe, San Cayetano y Unidad Chiapaneca, tal vez en breve los podamos unir al mundo de las adopciones, a pesar de que no es lo deseado.

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.