Cómo no te voy a querer
En el deporte, la presencia de la Bestia Negra siempre ha sido motivo de seducción y morbo. Ambas cosas conducen a conductas, a veces anómalas, a veces viscerales, pero siempre acompañadas de heroísmo y estoicidad. De lo que se trata es de vencer al monstruo, eso que no nos deja dormir a gusto, el sueño reparador de los triunfadores