La ceiba
Iban casi cerca de su destino cuando pasaron por un andador, el hogar de una bella ceiba, situada a la mitad del camino.
Iban casi cerca de su destino cuando pasaron por un andador, el hogar de una bella ceiba, situada a la mitad del camino.
Regresó nuevamente la vista a la fotografía, sintió como si hubiera una conexión especial entre el recuerdo de las ancestras y ese aroma a copal que continuaba percibiendo
Les comparto que me dejé atrapar por las obras de Concha y parte de mi interés por la cultura del mundo árabe se reforzó al leer algunos de sus textos. Sin embargo, además de su valiosa labor como escritora, uno de los recuerdos más preciados es su faceta como persona. Si he de recordar a alguien con gran amor y alegría por la vida es a Concha.
Hace muchísimos años, en las lejanas tierras de Oriente, hubo un rey llamado Shariar, amado por todos los habitantes de su reino. Sucedió sin embargo que un día, habiendo salido de cacería, regresó a su palacio antes de lo previsto…
. Se le vino a la mente que algo así era el equipaje en la vida, lo ideal era llevar solo lo necesario, como había hecho ella esa mañana.
Desde que llegó, Priscila se puso a ayudar en las labores de la casa, disfrutaba dar de comer a las gallinas. Ozías le había mostrado algunos tips de cómo hacer para no tenerles miedo a que le picaran, así se sentía más segura y ya se animaba a realizar la labor solita.
Las despedidas no eran de los temas preferidos de Martina, le dejaban un dejo de nostalgia y a veces, como en esta ocasión, un poco más allá de eso.
El clima cálido que se percibe en esta temporada lluviosa me acompaña en este texto que voy redactando para ustedes. Vienen a mi mente varias de las experiencias, personajes, relatos, sucesos, instantes que han ido nutriendo cada entrega semanal de las Voces ensortijadas.
Me quedé pensando eso de los fuegos, ¿cómo puedo saber si tengo uno de esos fuegos que dice el libro? ¿Y si no lo tengo, qué pasa?