
El covid en Chiapas
Las cifras oficiales sobre el covid en Chiapas nos llevan al desconcierto porque cuando la contraponemos con la realidad, vemos que no empatan: tenemos amigos, parientes o conocidos contagiados.
Las cifras oficiales sobre el covid en Chiapas nos llevan al desconcierto porque cuando la contraponemos con la realidad, vemos que no empatan: tenemos amigos, parientes o conocidos contagiados.
En medio de la pandemia más grave de este siglo, Chiapas es una isla de bienestar, reposo y contención del covid. Nadie como los chiapanecos para enfrentar con éxito, con toda una estrategia de mañas e ingenio, al virus. Y tanto es el logro, que debiéramos ser motivo de estudio para publicarse en Lancet, esa revista de punta de la investigación médica, y mínimo, ser reconocidos por la ONU, por esta innovadora, extraña y original forma de esquivar y arrinconar al covid.
Después de aquel amanecer rebelde de hace 28 años, el EZLN se ha guarecido en el calor disminuido de sus simpatizantes de la Selva y en los rebeldes del mundo que luchan contra el titán del capitalismo. Sus coordenadas han cambiado: ya no pretende transformar el sistema político mexicano, como fue su declaración de guerra, sino el capitalismo que trastoca vidas y las sumerge en la miseria.
Las memorias de Javier Coello Trejo, tituladas El fiscal de hierro, despiertan el interés por la historia inmediata, narrada desde el personalísimo punto de vista del protagonista.
Cuando hace tres años, el doctor Carlos Faustino Natarén Nandayapa fue nombrado rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), no imaginé la transformación positiva que traería en la máxima casa de estudios de nuestro estado.
La muerte del exgobernador Patrocinio González Garrido, ocurrida en Cancún el 30 de noviembre de este año, pasó prácticamente inadvertida en los medios de difusión, no obstante el papel importante que desempeñó en el último cuarto del siglo XX, tanto en la política local como nacional.
El libro Juventudes, cuerpos e interculturalidad, procesos divergentes desde Chiapas, coordinado por Luis Adrián Miranda Pérez y María Gabriela López Suárez, compendia los nuevos rumbos de la investigación de las ciencias sociales en nuestro estado.
Murió a los 21 años, víctima de las secuelas de un enfrentamiento con el Ejército. Su cuerpo joven estaba destrozado: tenía dos costillas rotas, unos riñones debilitados, y una mente huidiza y traidora, que solo se apaciguaba con la música y la poesía.
En 1981 empezó a circular en Tuxtla Gutiérrez La Nueva Estrella de Oriente, un periódico fundado por el médico y político panista Valdemar Antonio Rojas López. El cabezal, más que una innovación era una provocación al haber sido retomado de La Nueva Estrella de Oriente, una publicación manuscrita creada por Romualdo Orantes Moguel.