
Muros nuevos, viejas murallas
El 25 de enero pasado Donald Trump firmó una orden ejecutiva donde se establece la construcción del muro entre Estados Unidos y México.
El 25 de enero pasado Donald Trump firmó una orden ejecutiva donde se establece la construcción del muro entre Estados Unidos y México.
Por Enrique Vidal Olascoaga. Es hoy un momento histórico -además de histérico-; el presente es tierra fértil para la germinación de racionalidades alternativas a las hegemónicas, donde la palabra sincera, sensible y empática sea más que un eco, y transforme esta realidad que nos oprime, que nos libere de nuestra propia vergüenza. Es ocasión para la inclusión social y la creatividad colectiva, a partir de revalorar el poder de la palabra y la sutileza de nuestra acción.
En conclusión, Trump asume que a México le pesará tener un muro que divida los países! Iluso, como si la imaginación e ingenio del mexicano tuvieran límites.
Que renuncie Peña Nieto. Pero que el proteccionismo no privilegie a unos cuantos. Si cambiamos la ecuación, es decir; si obligamos a los políticos que a mitad de este año se desbocarán en pre campañas en busca de votos a comprometerse a favor del combate a la corrupción y la impunidad; seguramente no evitaremos los efectos de la “Trumponomics”.
Es imposible estar hoy en día sorprendido ante la avalancha de páginas escritas tras el triunfo electoral de Donald Trump en el vecino país del norte.
El futuro nos alcanzó y los mexicanos no estamos preparados para ello. El 2017 será sombrío para el país y para todos los mexicanos. Enrique Peña Nieto no tiene estatura de estadista y por lo tanto ni la mínima idea de cómo salir de este atolladero en el que participaron al traer a México a Donald Trump. Le queda solo una cosa ante Trump: la sumisión, la claudicación otra vez de nuestra soberanía nacional ante las decisiones del poderoso vecino.
Definitivamente Trump; más que empresario exitoso o político, al embarcase en la empresa de su vida -la presidencia de Estados Unidos- ha hecho aflorar su verdadera personalidad; la de un agitador social.
Odio, xenofobia o nacionalismo son algunos de los sustantivos usados para explicar el discurso que emana del candidato a Presidente con más apoyo popular en las filas del partido Republicano estadounidense.
Odio, xenofobia o nacionalismo son algunos de los sustantivos usados para explicar el discurso que emana del candidato a Presidente con más apoyo popular en las filas del partido Republicano estadounidense.