
Cinépolis, la capital del mal servicio
Largas filas, gente al teléfono gritando, timbres, tonos y alertas a cada minuto, señoras y niños que patean los respaldos, aire acondicionado mal graduado, audio deficiente y programación alterada según “estrategias internas”, son las peripecias que se padecen al asistir a Cinépolis, la que se hace llamar la capital del cine.