Opinión

Amenazar a un periodista tiene pocas consecuencias para el agresor. Basta que ofrezca disculpas públicas, que diga que se equivocó y que está arrepentido. Las leyes son laxas en este sentido, y por supuesto, no solo cuando intimidan a periodistas sino a cualquier otro ciudadano.

Un agresor, cinco perfiles falsos y una disculpa pública: el caso de la periodista Ángeles Mariscal

Amenazar a un periodista tiene pocas consecuencias para el agresor. Basta que ofrezca disculpas públicas, que diga que se equivocó y que está arrepentido. Las leyes son laxas en este sentido, y por supuesto, no solo cuando intimidan a periodistas sino a cualquier otro ciudadano.

Fotografía: Los pasos de las mujeres migrantes. Karina Trujillo

Mujeres migrantes en su tránsito por Chiapas: entre el crimen organizado y las fuerzas del Estado

La presencia de la FRIP se justifica como una acción estatal para frenar la violencia en Chiapas. Sin embargo, la ubicación del grupo en zonas fronterizas permite reconocer que sus acciones, justificadas en “frenar lo ilícito” pueden tener mayor alcance, inclusive en el tema migratorio.