
El que dispersa la sombra
Jodorowsky, a propósito de su madre (cito de memoria): “Era un cisne humilde, en medio de muchos patos vanidosos”
Jodorowsky, a propósito de su madre (cito de memoria): “Era un cisne humilde, en medio de muchos patos vanidosos”
A la mañana siguiente Sofía abrió la ventana de su cuarto, la lluvia había cesado, el sol apenas repuntaba, el aire estaba frío y el viento seguía el ritmo de la noche anterior.
Ni sueños -con las condiciones actuales- que ese entorno mexicano cambie; también por varios motivos. Por ejemplo; si tenemos corrupción, impunidad, violencia, desigualdad y pobreza; por lo menos se requiere un gasto público más racional, progresivo y transparente. Pero la realidad es que no lo tenemos.
Tras los periodos vacacionales muchas familias muestran una preocupante dificultad para cumplir con los gastos mínimos del mantenimiento cotidiano, aquel que llena los platos de la mesa y permite pagar los servicios que procuran el funcionamiento de las casas.
De entrada, digo que para nada me gusta su nombre. Mezcla palabras completas y medias palabras anglosajonas y mexicanas, de modo que mejor le hubieran bautizado El Figón, El Fisgón, La Palapa, El Pescado Nalgón, o Los Placeres del Mar, por tan sólo recurrir a las voces que se intuyen en su rótulo.
En la orgía del año pasado hubo marimba, un mago que hizo aparecer conejos en chisteras, un payaso, baile, comida (los meseros sirvieron una chanfaina deliciosa.
Como en política, en el futbol no deberían importar las simpatías. Al menos en apariencia, porque antes de la cultura de masas -vía medios de comunicación- no era tan significativo. Actualmente, hay quienes sostienen sin dudar que en la parte de la venta de imagen e impacto de audiencias no hay de otra que vender “lo bonito” y la “buena onda” para apuntalar la calidad deportiva.
Toscana: “Adán viene de tierra pisoteada y estercolada por animales, habitada por gusanos. Eva surge de una masa principalmente compuesta por fosfato de calcio y colágeno”
Hace unos días descubrí que un pequeño árbol de sicqueté, con el que me he espinado una que otra ocasión, me compartía un hermoso regalo: sus flores. No dudé en recolectar las que yacían en el piso y me di el gusto de hacer mi ensarta de flores para un collar…