Miguel Gurza: “Trabajamos con Gérard Dépardieu en La cabra. Ahí participó una cobra. Era una cobra que no cobraba” y “En La casa endiablada, en Estados Unidos, se usaron casi 2 millones de moscas. Pero una era la mera actriz”.
No pude dejar de traer a la memoria todas las historias que han quedado en las viviendas, escuelas, edificios que se colapsaron y los que han sido destruidos por lo deterioros que tuvieron a raíz de los sismos de septiembre del 2018.
El más divertido fue el tío Chus. Les pegó a todos, al estilo de candidatoindependientequevaenúltimolugar. Rutilio, pues ni hablar, hay quien nace sin carisma. Josean, que yo tenía por el más mafioso y más burdo de los cuatro, resultó ser el que —aparentemente— sabe más de los problemas del estado. A Roberto se le nota muchísimo que sabe tanto de Chiapas como las dos moderadoras. Lo bueno para los cuatro es que la moderación estuvo tan mala que esas tres personas fueron las perdedoras por mucho.
Por Thomas Henderson. En Chiapas, de 2012 hasta la fecha, la roya ha diezmado cosechas en todo el estado. El hongo del café ha provocado una crisis económica para los pequeños productores y sus familias, acelerando la migración de las regiones cafetaleras en busca del trabajo.
Cuando un equipo de fútbol juega la final de un torneo ya tiene preparada la playera en la que se enaltece como campeón. En el fútbol conocer el ganador es muy fácil, quien metió más goles ese gana – solo el Cruz Azul aún no tiene claro que de eso se trata el juego-. En los debates políticos la cosa no es tan fácil, todos se erigen como ganadores. Todos se ponen la playera de “campeones” ni bien ha terminado el debate. “Ganamos” dicen, como que si solo eso bastara para volverlo realidad; como que si hubieran metido, al menos, […]
Fue un debate de las evasivas. Los candidatos evadieron los asuntos espinosos.
Si es con un “Pejenomics” más elaborado por el equipo de AMLO o con la propuesta de quien gane las elecciones; los habitantes de Chiapas y el Sur Sureste debemos de abandonar la paradoja de nuestras vidas: vivir en una región extremadamente pobre, pero extremadamente rica en recursos naturales. No es fácil; pero tampoco es imposible. Lo trágico es no intentarlo.
Tal vez algún día les cuente de la historia (que también me contaba mi abuela Esperanza) del niño que cuando escuchaba la palabra blanco pensaba en el color negro.
Si hay algo que caracteriza al proceso electoral 2018 en Chiapas, es la incertidumbre. La clase política en su afán de conservar el poder, es la primera que contribuye a esa incertidumbre. A pesar de la incertidumbre y la competividad electoral que la alternancia genera, en Chiapas, son los mismos actores políticos de siempre.