Samuel Ruiz, el obispo de los ateos
Francisco Gómez Maza. Controvertido, mal y bien querido, el obispo de San Cristóbal fue incómodo para los poderosos, particularmente de la clase política nacional y los caciques chiapanecos, apoyados estos por quienes en la época se autodenominaban «auténticos coletos», miembros de una clase seudo poderosa, racista, excluyente, conocida también como «ladina».