
El joven tlacuache
Es casi medianoche cuando termino de ver El eclipse (1962), de Michelangelo Antonioni. En el final los personajes que interpretan Alain Delon y Mónica Vitti prometen que van a verse al día siguiente y siempre
Es casi medianoche cuando termino de ver El eclipse (1962), de Michelangelo Antonioni. En el final los personajes que interpretan Alain Delon y Mónica Vitti prometen que van a verse al día siguiente y siempre
La elección de Estado en Chiapas está en marcha. Y cada vez se hace de manera más descarada. El desvío de recursos públicos para fines político-electorales a favor del partido gobernante, está bien documentado. En un estado democrático, el caso sería un escándalo político, ameritaría una investigación imparcial y provocaría muchas renuncias.
Cuando existe talento las imágenes gravitan y se cocinan en el fuero personal. Bastan el pretexto y la complicidad circunstancial para que éstas adquieran vida y se asomen con toda su carga y energía de que son capaces. Chiapas posee una emblemática tradición de los trabajos de la luz donde fotoperiodistas y artistas abrevan de sus contrastantes realidades porque en esta tierra las cosas aún no están hechas, sino que construyen por espasmos y quietudes.
La desaparición –y posible muerte- de 43 normalistas de Ayotzinapa es un indicador de la descomposición del Estado mexicano.
Lejos de lo que se cree, diversos estudios y encuestas revelan que las mujeres que se practican un aborto son católicas, están casadas o viven en pareja, y tienen dos hijos en promedio. Nada que ver con la imagen que se ha propagado sobre la supuesta liviandad de quienes recurren a él.
En medio de sonoras acusaciones nacionales e internacionales de responsabilidad estatal en los hechos de Iguala del 26 de septiembre, nuestro país ha removido por todos sus rincones incluso a los más escépticos. Se ha hecho evidente que sectores que generalmente se mantienen al margen de movilizaciones y manifestaciones en la calle han expresado descontento por los hechos.
Ojalá y más escritores y escritoras retomen el buen hábito de escribir cotidianamente para los medios de información. No saben cómo hace falta su trabajo en estos tiempos. Ojalá y también los tomadores de decisión en los medios de comunicación valoren ese esfuerzo. Ojalá y también las y los lectores se asomen a leer estos trabajos y los defiendan.
Por Juan Villoro/En este territorio bipolar, el carnaval coexiste con el apocalipsis. El emporio turístico de Acapulco y la riqueza de los caciques contrasta con la pobreza de la mayoría, y el narcotráfico no es la principal causa de su deterioro.
El grito desesperado que hemos escuchado en marchas, en redes sociales, en casa: los queremos vivos, las queremos vivas. Porque con ese grito no solamente deseamos que vuelvan a casa, también reivindicamos el derecho a que la vida humana recupere el valor de su existencia en México.