La violencia cotidiana en medio de la desestructuración familiar comunitaria indígena de Chiapas

Mujeres de San Cristóbal son una de las principales víctimas de la violencia. Foto: Cesar Martínez López

Mujeres de San Cristóbal son una de las principales víctimas de la violencia. Foto: Cesar Martínez López

Eso fue hacia 1533, cuando lo de Sanguimé…

el mismo que huyó de prisión y a quien

el cacique Diego Nacayola (…)

le tornó aprender y le mandó quemar…

le quemaron entre dos árboles

que estaban en la plaza…

 Y otros 100 indios rebelados…

los fueron a ahorcar…

Memorias de Río Grande (1)

 

Muerte en TZAKUKUM

El 24 de marzo de 1983 incendiaron casas,

(los caciques de Chalchihuitán)

dieron muerte a doce personas

y otras varias quedan heridas;

 el pueblo se dispersó en las montañas

 buscando refugio y protección

Pablo Iribarren (2)

 

La alerta se dio hace poco más de un año. Fue en febrero de 2013 durante el III Encuentro de Catequistas de las Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Habían cambiado los modos de pensar y de vivir. Habían pasado cerca de medio siglo de crisis económicas recurrentes que impactaron en todas las estructuras. Desintegración social y económica de la familia y la comunidad. Se abandonaron los pueblos y quedaron las madres solteras y las/os hijos abandonados. La modernidad y sus tecnologías contribuyeron a modificar modos de pensar y de vivir. La violencia en la familia, el alcoholismo, la  drogadicción y los suicidios estaban presentes en TODAS las zonas de la Diócesis que ocupa al menos la mitad del territorio de Chiapas con una población de al menos un millón y medio de personas en su mayoría indígenas.

Con el trabajo de estudio y análisis de los catequistas los hechos en Chiapas cobraron una nueva dimensión. No eran aislados. Resultaban más complejos pues además de la guerra, de la estrategia de contrainsurgencia en Chiapas  se tenía que tomar en cuenta los cambios estructurales que estaban impactando en las/os individuas/os, en las comunidades, en los pueblos de las zonas rurales y urbanas. Estaban modificando las relaciones económicas, sociales, políticas y culturales, y la violencia estaba alcanzando niveles y formas que materializan el enorme desprecio por la vida y cuerpos de niñas, niños, hombres y mujeres de Chiapas.

Recordemos algunos hechos de violencia en 2014. En Los Altos de Chiapas, el linchamiento de dos Tzeltales de Tenejapa por un grupo de Tzeltales de San Juan Cancuc frente una masa de indios expectantes. Acto criminal que se sumó a los linchamientos en los municipios indígenas Tzeltal de Oxchuc y Tzotzil de San Juan Chamula. La perversidad no tuvo límites, todos esos crímenes fueron filmados, reproducidos, subidos a la red o vendidos en DVD en los mercados locales.

En el número 230 del semanario Mirada Sur del pasado 20 de marzo se reporta la tortura y despojo contra una pareja de comerciantes de San Juan Chamula. Violencia ejercida por autoridades municipales de esa localidad. El enfrentamiento entre dos grupos rivales armados en el predio San Antonio los Montes ubicado en la periferia de la ciudad de Las Casas que provocó la muerte de un niño Tzotzil y el testimonio de una joven tzotzil chamula que fue vendida por su madre cuando tenía apenas 12 años.

El caso de la tortura y despojo que sufrió la pareja de comerciantes en San Juan Chamula es dramático y el reportaje en  Mirada Sur no deja duda que fue preparado a conciencia por las autoridades del Ayuntamiento: a) les fabricaron una deuda de más de un millón de pesos, b) fueron privados de su libertad y bajo amenazas los quisieron obligar a aceptar el adeudo, c) al no aceptarlo la pareja fue separada para torturarlos. La mujer y el hombre fueron desnudados, les aplicaron toques eléctricos. A la mujer en los pezones. Cuando caía era pateada. Le hicieron tocamientos, la amenazaron de violación y de linchamiento. Antes de liberarlos les obligaron a entregar las llaves de su casa, de sus autos y firmar un pagaré. Al llegar a su casa, el inmueble había sido saqueado y los vehículos no estaban. Después se enteraron que sus carros estaban siendo vendidos en uno de los tantos tianguis ubicados a lo largo del periférico norte de la ciudad de Las Casas. Al llegar a ese lugar a reclamar sus vehículos la pareja fue retenida por horas, el hombre brutalmente golpeado y fueron nuevamente amenazados de linchamiento. Al parecer la red es regional. La denuncia está en los medios y la demanda en los tribunales.

En San Antonio los Montes el enfrentamiento armado fue entre indios Tzotziles. Unos afiliados a la Organización de Pueblos Evangélicos de Chiapas (OPEACH) y otros a la Asociación de Locatarios del Mercado Tradicional de Chiapas (ALMETRACH). Un niño de 10 años de edad recibió un tiro en la cabeza y murió. En el lugar se encontraron 10 casquillos percutidos de fusil de asalto  AR-15, 12 calibre 9 mm de arma corta y dos más calibre 22. En algunos diarios locales se publicaron fotos de un joven portando un fusil AK-42. Unos 200 indígenas de ALMETRACH, armados de palos, piedras, machetes y encapuchados bloquearon los accesos al predio. Uno de los dirigentes de la OPEACH fue desnudado, amarrado y golpeado en la cancha de básquet. El cuerpo del niño tuvo que ser velado en otro lugar y su cuerpo enterrado en el municipio de Chenalhó. Decenas de personas han abandonado sus hogares en San Antonio los Montes. Este enfrentamiento es otro ejemplo de la existencia de grupos de “civiles armados”.

Roxa niña tzotzil de Mitontic, fue vendida por su madre por 8 mil pesos a un indio de San Juan Chamula que le doblaba la edad, que tenía tres mujeres más y cinco hijos. Según su testimonio: “así es el costumbre”. Su madre le dijo: “Te tienes que ir con él porque ya me dio el dinero, ya me pagó. Está bien le dije. Metí mis dos faldas y mis dos blusas en una bolsa de plástico y me llevó a la casa del hombre. Cuando estuve con él me dio mucho miedo, me puse a llorar y le dije que quería regresar pero me dijo que no podía regresar porque había pagado 8 mil pesos”. Cuenta que también sus hermanas fueron vendidas. Ahora Roxa es madre de dos niñas y dos niños que ella mantiene y el pasado 9 de marzo fue privada de su libertad por las autoridades de San Juan Chamula que la retuvieron por 29 horas para obligarla a pagar 24 mil pesos “por haber abandonado a su esposo”.

El 21 de Marzo, en Bachajón municipio de Chilón fue asesinado el compañero Juan Carlos, indio tzeltal adherente  a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. El asesinato fue a mansalva. El compañero recibió 20 tiros lo que refleja el  nivel de tensión en la localidad, el odio y deprecio sin límite por la vida del otro.

El 26 de marzo, organismo no gubernamentales hicieron la denuncia pública del abuso sexual de al menos 10 niñas en el municipio fronterizo de Las Margaritas perpetrado por el profesor Esteban Fidel Román de la primaria bilingüe Ignacio Zaragoza: “Nos contaron que el profesor les pegaba con reglas, les ponía gel en la cara y a algunas de ellas les daba mucho dolor de cabeza y desmayo, le pedía a las niñas que se quitaran la ropa y hacía tocamientos en la parte íntima de las niñas, y las amenazaba diciéndoles que sus padres podían amanecer muertos si decían algo”. El profesor fue detenido y encarcelado el 11 de marzo y con el apoyo de la Coordinadora de Profesores de la Región Tojolabal y del Bloque Democrático Magisterial fue liberado después de pagar una fianza de 35 mil pesos. (El Fronterizo del Sur, 27 de marzo de 2014). En ese mismo diario se reportó el asesinato de una mujer de unos 25 años de edad que fue encontrada sin vida en un camino de extravío en el paraje La Orquídea del municipio de Comitán Chiapas. Su cuerpo presentaba laceraciones en su cuerpo y se presume violencia sexual.   Ayer 28 de marzo fue asesinada una sexoservidora en Tuxtla Gutiérrez. Sus cuatro hijos quedaron desamparados.

El 28 de marzo, el Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa dio a conocer que en la Telesecundaria 333 Juan Sabines en la comunidad dos estudiantes fueron víctimas de violencia sexual por parte de José Antonio Aguilera Morales. Las/os maestras/os de ese centro de educación ubicado en la comunidad de Nueva Esperanza del municipio de Tila, respaldaron al profesor agresor argumentando la  “defensa de sus derechos laborales”.

Tuberculosis y lepra en Chiapas. En 2011,  Hermilo Domínguez Zárate director de Salud Pública del Estado de Chiapas afirmó que la incidencia de tuberculosis tenía una “elevada incidencia con un promedio de mil casos detectados por año desde 1990”. Sin mencionar el estado en que se encuentra la incidencia de tuberculosis en Chiapas,  la Secretaría de Salud realizó  del 26 al 28 de marzo Primer Congreso Estatal de Tuberculosis en el centro turístico de Puerto Arista mientras se carece de recursos suficientes para su atención.

Lepra. El secretario de salud del estado de Chiapas, Carlos Eugenio Ruiz Hernández, afirmó que existen 10 casos de lepra en la entidad en lo que va del 2014, las víctimas de la enfermedad ya reciben atención médica especializada.  Los casos se han detectado en los municipios de Chiapa de Corzo, Villaflores, Tapachula, Tonalá y Comitán. Según el Secretario de Salud los migrantes son los portadores: “Por ahora, se ha establecido un cerco epidemiológico pues el problema se ha presentado por la constante migración”. http://www.tvnotas.com.mx/2014/03/25/C-60446-se-registran-10-casos-de-lepra-en-chiapas.php

El Secuestro y desaparición de jóvenes se ha incrementado. Cada día es más frecuente que aparezcan carteles en los muros de San Cristóbal de Las Casas denunciando la desaparición de una persona.

En Los Altos de Chiapas corren rumores del “corta cabezas” del “robo de niños” para el tráfico de órganos que atemorizan a la población. Se incrementa el alcoholismo y el consumo de drogas duras. No cesan los conflictos y la violencia intracomunitarios. En la Zona Norte, en Palenque, la Mara hostiga a los migrantes y se incrementa la trata de personas y la prostitución. En Tila continua el conflicto entre los pobladores de la cabecera municipal y los ejidatarios. En Chilón, por la inseguridad la población creó “consejos de vigilancia”. En los Valles Centrales los productores ven obstaculizado el comercio de sus productos por la reforma fiscal. En la Zona Fronteriza los productores ven caer la producción del aromático por la broca del cafeto y sus ingresos disminuyen, mientras se incrementan las cantinas y el consumo de drogas blandas y duras. Los gobiernos federal y estatal relanzan los megaproyectos como la autopista San Cristóbal – Palenque y se rumora el relanzamiento de la presa Izantún. Cuando el gobierno de Chiapa manifestó que había consentimiento de los pobladores para la construcción de la autopista, usted debe leer que las autoridades municipales, ejidales y comunales han sido sobornadas.

Todo en un contexto desestructuración social, de una Guerra no resuelta, de militarización, una población asumiendo los costos de la estrategia  de contrainsurgencia y la creciente dependencia a los Programas de Combate a la Pobreza.

Sin embargo, lo más grave puede ser la anomia del conjunto de la sociedad. La vida sigue en un entorno de violencia cotidiana… los andadores turísticos de San Cristóbal de Las Casas están pletóricos de bebedores y comensales, y más de mil académicos de todo el país llegaron a San Cristóbal de Las Casas para participar en el Congreso Nacional de Ciencias Sociales que no tiene el menor impacto en las realidades chiapanecas. Eso sí, millones de pesos del gasto social destinado a la Academia irán a parar a los bolsillos de los ricos de la localidad mientras más de 50 millones de mexicanas y mexicanos sobreviven en la pobreza.

 

En resumen:

.- Indios que queman vivos a otros indios.

.- Autoridades indígenas e indígenas traficantes de autos que torturan, sobornan, amenaza y despojan a indígenas comerciantes.

.- Indios que se enfrentan a tiros y matan a un menor.

.- Madres indígenas que venden a sus hijas en 8 mil pesos.

.- Brutal asesinato de compañero de la Sexta.

.- Continúan los asesinatos de mujeres.

.- Abusos y violencia sexual de “profesores” a sus alumnas que reciben el apoyo de sus campañeras/os.

.- Tuberculosis y lepra en Chiapas

.- Secuestros.

.- Rumores que atemorizan a la población,  alcoholismo, drogadicción, conflictos intracomunitarios, trata, prostitución, hostigamiento a migrantes…

Si se vive una desestructuración,  cambios en las formas de pensar  y de vivir, y si lo peor de esa desestructuración y cambios se materializa en una violencia extraordinaria, a lo mejor conviene hacer lo que dijo alguna vez Saramago: revisemos si lo que estamos haciendo tiene sentido. A lo mejor conviene una mirar-nos a fondo, ver nuestras prácticas para no seguir zopiloteando, haciendo más de lo mismo. Arar en el desierto… bordar en el Océano… Avanzar poco a poco en círculo para llegar al mismo punto… O como dijera alguna vez una feminista: poco a poco para llegar a la tierra de nunca jamás.

 

Referencias

1. Mario Humberto Ruz, 1995. Memorias de Río Grande en  Chiapas los Rumbos de otra historia. UNAM – CIESAS – CEMCA – U de G. p. 47  

2. Pablo Iribarren, 7 de Agosto de 2012. Violencia y reconciliación en la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

Un comentario en “La violencia cotidiana en medio de la desestructuración familiar comunitaria indígena de Chiapas”

  1. Manuel Esparza
    3 abril, 2014 at 14:17 #

    Sigue Gaspar registrando esos hechos violentos que revelan las estructura del poder en Chiapas. Felicitaciones por tu valiente reportaje.

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