
Tarde libre
Siguió su paso y se halló en la calle de los encuentros, así la había nombrado, le trajo a la mente la vez que le contó a su amigo Jerónimo que vivía en otro estado, que la vista de la ciudad era hermosa desde ahí, porque la calle estaba ubicada en lo alto y la ciudad se apreciaba muy bien. Y tiempo después habían recorrido juntos ese espacio.