
Otro veracruzano Águila
Con la inminente llegada de Jürgen Damm Rascón como refuerzo del América para el próximo Apertura 2022, el veloz volante tuxpeño incrementará la lista de veracruzanos que han defendido los colores de las Águilas.
Con la inminente llegada de Jürgen Damm Rascón como refuerzo del América para el próximo Apertura 2022, el veloz volante tuxpeño incrementará la lista de veracruzanos que han defendido los colores de las Águilas.
El soldado raso, en las redes, se siente con derecho de injuriar al general; el recién ingresado a la carrera de Letras habla con repugnancia de lo mal escritor que es Borges
Andrea y Genaro organizaron una serie de actividades para que pudieran coincidir en sus tiempos libres con Margarita, además de realizar una cartelera con propuestas para que ella eligiera qué le apetecía más hacer de manera individual.
Morena no mira a la sociedad y recoge a lo mejor de ella, sino que mira y entresaca de la vieja clase política a candidatos que pueden eventualmente ser competitivos, pero que responden a las añejas lógicas de la cultura política que se fraguó en el periodo posrevolucionario.
Habrá que replantearse si tal velocidad en los ámbitos de la comunicación no resta la necesaria profundidad al análisis de la realidad que nos incumbe, tanto de los emisores como de los receptores.
Y es que faltan poco más de cinco meses para el inicio de Qatar 2022, y sobre todo lo que viene: la sede de la edición de 2026 junto con Estados Unidos y México, y seguro que la FIFA les dará un buen jalón de orejas. Estos canadienses tampoco se rajan fuera de la cancha.
Los gobernadores son como virreyes y hacen lo que quieren. No hay continuidad en programas institucionales, no hay contrapesos ante sus decisiones (así sean absurdas o estúpidas), no hay sociedad civil organizada que se les ponga enfrente. Sólo hay algunos momentos en que parecen entender: con los levantamientos y las consecuencias políticas de las matanzas.
De pronto, la atmósfera se convierte en esos instantes que ya he vivido, las fachadas de las casas, las viviendas con árboles que se asoman y que me saludan recordándome su presencia.
Precisamente por ese gesto, llorar en el podio del Gran Premio de Mónaco que ganó el domingo pasado, Sergio, el Checo Pérez se está convirtiendo prontamente en un nuevo ídolo deportivo mexicano. Y no necesariamente por la sencillez -que en parte sí lo expresa cuando se rinde emocionalmente a la hora de escuchar el himno nacional- sino por la forma en que pondera ese acto en donde, que se sepa, nadie ha llorado cuando recibe el galardón de una carrera sin haber ganado el campeonato total de la Fórmula 1.