
Metrología y normalización: o la “nueva normalidad legal”
Por Luis Morán Villatoro Eran los años 70 en la tienda de mi abuela, el tendero pesaba en un cucurucho de papel periódico -en el que podías leer a Mafalda o a la familia Burrón- las galletas de animalitos, el azúcar moreno o la sal de grano, el cacao, el pescado seco o los clavos para herrar a los caballos. En los tianguis, las “pesadas” se hacían usando dos jícaras atadas con mecates a un fiel como balanza.