Definición de tarde
Es posible que en la encuesta: “¿A qué hora te gusta salir?”, los arcoíris del mundo hayan contestado: “En la tarde, siempre en la tarde”.
Es posible que en la encuesta: “¿A qué hora te gusta salir?”, los arcoíris del mundo hayan contestado: “En la tarde, siempre en la tarde”.
Chiapilla y El Zapotal. Pero siguen hacia el Oriente, hacia el rumbo de los Baños del Carmen ¿alguien recuerda?, aunque hacia el Poniente corre el Grijalva, y muy pronto un marbete perpetúa los tiempos idos del otrora peligroso río: “Lagartero, a la derecha” reza el epígrafe.
Hace años, cuando aún era estudiante de Antropología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en el añorado Distrito federal, leí el libro de Jules Henry La cultura contra el hombre, que predecía los desastres que provocaría la acción humana sobre la naturaleza.
Me ha tocado ver a la distancia los sismos que han sacudido a Chiapas y a otros estados del país, aunque he seguido con preocupación lo ocurrido, así como la situación de los amigos que vivieron estos tristes acontecimientos con el lógico temor causado por eventos de la naturaleza, imposibles de controlar como seres humanos.
La Antología del humor negro (Anagrama, 1972), que André Breton publicó inicialmente en 1939, supone la reunión de textos en cuyo centro narrativo hay crueldad, crímenes, torturas y demás asuntos no apto para señoritas y mamás, envueltos en una descolocación que puede hacerlos humorísticos. No a todos parecerá así, desde luego.
Desde hace no sé cuántos años comencé a encontrarle un gusto especial ir a los mercados, disfruto mucho cuando lo hago. Llama particularmente mi atención el colorido entre frutas, verduras, legumbres y el orden en que les acomodan para su venta.
Andrés Manuel López Obrador se inclinó por un empleado de Palacio para que coordine a Morena en el estado y, posiblemente, se convierta en candidato a gobernador.
Por Efraín Quiñonez León/ Una versión fatalista de nuestras tragedias ordinarias calificaría la reciente catástrofe (no) natural que hemos vivido como una prueba más de nuestras miserias humanas y de la infausta propensión de nuestros gobernantes a mostrar cómo lucran con el dolor de las víctimas.
Aún permanecen en pie, los ladrillos rojos, ocres, restos arqueológicos de su antiguo y original templo colonial, y en el mismo lugar del Oeste, el espacio que a principios de los años setenta Augusto conoció, todo ocupado por un campamento de “húngaros”, los gitanos de esta parte del mundo.