Los patitos rojos
Nuestro guía, muy atento, de pronto se detiene, ya en mar abierto, para enseñarnos el espectáculo hecho sólo para nosotros: delfines que saltan, entran y salen atrás, delante, a los lados de nuestra barca.
Nuestro guía, muy atento, de pronto se detiene, ya en mar abierto, para enseñarnos el espectáculo hecho sólo para nosotros: delfines que saltan, entran y salen atrás, delante, a los lados de nuestra barca.
Con el inicio del tercer mandato de Roberto Domínguez Castellanos al frente de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) podrían despertarse los demonios en esa institución de educación superior.
Ha quedado atrás el proceso electoral 2015 y hoy podemos revalorar esos resultados. En Chiapas, el proceso se dio en dos tiempos: uno federal y otro estatal. Tuvo además, el debut de MORENA, partido que se ubicó en la tercera posición en la elección para diputaciones federales, tercera en las diputaciones locales (3 plurinominales) y séptima en las elecciones para presidencias municipales, solo arriba del PT y del MC, con todo el simbolismo que esto trae consigo.
Hace tiempo que esta frase da vueltas en mi cabeza, no sé si para reír a mandíbula batiente o simplemente para entristecerme por los ridículos ajenos; igual son las dos cosas, dependiendo del ánimo o el lugar donde lo escuche.
La designación del nuevo rector de la Unicach es una gran oportunidad para discutir los problemas que enfrentan la universidad y una veta para el gobierno del Estado para demostrar que es respetuoso de los procesos internos de las instituciones. Sí bien la Unicach como universidad nació como un pago de facturas al grupo que ayudó a llegar a la gubernatura en 1994 a Eduardo Robledo, quien designó como rector a Andrés Fabregas Puig, la propia institución se ha ido labrando su propio nombre a través de las generaciones de jóvenes egresados que han ido abonando y fortaleciendo el […]
La lógica de mercado retoma diversos elementos que dan sentido a esta cultura como la muerte, el diablo, los vampiros o los monstruos, así como los significados que se otorgan a la noche, la oscuridad, la decadencia o al dolor, para fijar una gama de productos que se erigen como distintivos del movimiento.
¿En qué momento se jodió México? ¿Quiénes son los culpables? ¿Cuándo nos rebasó el narco? ¿Por qué Felipe Calderón se embarcó en una guerra que ha dejado miles de desaparecidos? ¿En qué momento en Chiapas llegó al poder alguien como Juan Sabines? ¿Quién lo propuso, impulsó e impuso en el cargo? ¿Quién nos debe una explicación sobre su llegada al poder y todavía no la ha dado? ¿Quién le garantiza la impunidad que lo convirtió en Cónsul?
Franz, con su encanto sin par, sedujo a la reina del elote y del esquite, la llevó (en una trajinera) hasta una chinampa llena de flores, la invitó a bajar y, en medio de un sembradío de gladiolas, la tomó de la mano y le preguntó si le gustaría tener la sangre azul.
El discurso gubernamental de que vivimos en un Chiapas seguro es vulnerable. Más cuando la publicidad alcanza un nivel desproporcionado de lo que sucede en la realidad.