Artículos publicados por: María Gabriela López Suárez

Bosques de Niebla de Chiapas, ahora amenazados por la industria minera, captan la lluvia que nutre a la región. Foto: Ángeles Mariscal/Chiapas PARALELO

Sentirse lacia

Abrió la ventana y sintió los rayos del sol que se filtraban entre las ramas de los árboles del patio, acariciándole los ojos, era una luz brillante y a la vez suave.

Imagen: pxhere.com/es/photo/1077346

Regresar a casa

Regresar a casa significaba continuar el andar, con nuevos bríos, deseosa de encontrarse con el espacio que habitaba, con sus plantas que había encargado a doña Tenchita, amiga y vecina de años.

El sol rojo se come a la araña. Pintura de Miro

La araña en el techo

  Ese martes los rayos del sol apenas alumbraban, el cielo comenzaba a despejarse, ya eran las 10 de la mañana. Renata aprovechó lo fresco del clima para iniciar con un pendiente que tenía por revisar. Hacer cuentas no era su fuerte pero debía terminar esa tarea. Se sirvió una taza con té de hierbabuena e inició la faena. Estaba ensimismada entre la pantalla de la computadora, su libreta y lápiz, prefería hacer las cuentas de manera manual y luego cotejarlas. Era una especie de hábito cuando se trataba de los números. Sintió la necesidad de hacer una pausa, subió […]

Foto: María Gabriela López Suárez

Se busca hogar

Se busca hogar, tres palabras que se hicieron presentes y cobraron mucho sentido por lo que implican. Tener mascota es un compromiso, es un acto de amor, responsabilidad, respeto, atención y una oportunidad de darle espacio en nuestra familia a un nuevo integrante.

Imagen: culturacientifica.com

La necesidad de compartir historias

¿A quiénes de ustedes les gusta compartir historias? Quizá digan, ¿historias sobre qué? No hablo de la historia como ciencia social, más bien de las historias cotidianas, que refieren relatos comunes, las del día a día.

Pintura: https://cutt.ly/iaCu86j

Resistir desde el amor

Celeste despertó, se asomó a la ventana, el paisaje aún estaba cargado de neblina densa, y como dijera coloquialmente, ni las luces del solecito.  Miró el reloj, las siete de la mañana. Fue a la cocina, se preparó un café y se dispuso a beberlo mientras contemplaba el paisaje.

Imagen Mikhail Rulkov/www.es.123rf.com

¿Cine o pastel de zanahoria?

Lolis entró corriendo a casa buscando a doña Patricia, su mamá. No la halló. Estaba tan emocionada que no sabía si buscar el delantal que usaba su mamá para cocinar o hablarle a su querida tía Jose. Optó por lo segundo. Marcó de inmediato. —¡Holaaaa tía Jose!! Hoy aprenderé a hacer mi pastel favorito, el de zanahoria. — Lolis, niña, no preguntas ni cómo estoy. ¿En serio perderás el tiempo en eso? —¿Perder el tiempo? Me encanta el pastel de zanahoria, lo sabes y quiero aprender a prepararlo. Además, doña Rita que hace unos pasteles deliciosos en el barrio, me […]

Ambas jugadoras habían ganado al mismo tiempo. Sonrió desde la cocina, la sobrina y la abuelita también lo hacían. El olor a panqué empezaba a invadir la cocina y el comedor. La hora de la comida había llegado.

¡Lotería!

Ambas jugadoras habían ganado al mismo tiempo. Sonrió desde la cocina, la sobrina y la abuelita también lo hacían. El olor a panqué empezaba a invadir la cocina y el comedor. La hora de la comida había llegado.

fruta

Tanteadito, tanteadito

El rostro de Rita sonrió  y sin titubear  respondió:  ¡No te angusties amor! Ni mucho, ni poquito, tanteadito, tanteadito.