Desde la tierra caliente a los altos
Don Rómulo es el padre y abuelo de todos. Le acompañan cuatro nietos, entre ellos una niña, vestida igual que los varones, aunque chapeada y linda a diferencia de aquellos. Todos dicen que su perro atiende a la voz Peña Nieto, que quien sigue dándole a la leña es su padre Encarnación, hijo de don Rómulo, y que su madre junto a una hermana suya, tía de los niños, “ahí andan abajo recogiendo moras”. Intentan especular con el viejo y lo logran, aunque a cucharadas.