Por Homero Ávila Landa/ ¿Hay en Ciudad de México mejor escenario para una noche punk, metalera, gótica, dark, grunge, proto-emo y luminosa, que el auditorio Metropólitan y su arquitectura art decó que detuvo otra época, pero donde resuena lo contemporáneo?
Menos esperanza existirá si se siguen legitimando las acciones que pisotean y destruyen los pocos derechos conseguidos por los ciudadanos gracias a muchas y costosas luchas políticas durante siglos.
Lawrence encontró en la antigua visión del mundo de los Tenochca lo que buscaba: la base para construir una utopía.
En la reclasificación de la Liga Mx se dieron una y mil coincidencias. Tres de los cuatro partidos terminaron empatados.
Pablo Neruda: “Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,/ qué soledad errante hasta tu compañía!”
Antonieta y Augusto, su hermano menor, fueron el fin de semana al zoológico, ella le había prometido que lo llevaría de paseo. El niño estaba aprendiendo a leer y Antonieta pensó que era un buen ejercicio que pusiera en práctica la lectura con los letreros que había ahí.
Fe cuidaba de todos. Forjó sus alas sobre el sol para proteger a los suyos. De sus alas siempre abiertas los mantenía con amor, los cuidaba y nos protegía a todos en el barrio. Sus puertas siempre estaban abiertas porque tenía un hijo a quien besar, recuperar o abrazar.
En lo personal, la lectura allá por los años de 1983-1985 de la novela de Grenne, me alumbró el camino para entender la expansión de las iglesias evangélicas en Tabasco y el sureste de México, y comprender que dicha expansión está relacionada con las medidas draconianas de Tomás Garrido Canabal que Grenne describe en su texto.
Peter Medawar: “Creo que fue San Agustín el primero en llamar explícitamente la atención hacia la gran realización de leer en silencio, es decir, leer sin mover los labios, ni proferir sonidos»