
El botín chiapaneco divide a aliados y une a enemigos
Aunque la alianza del PVEM y el PRI en Chiapas está vigente en las cúpulas, sus militantes siguen enfrentándose en los municipios. Y esa división, más la deserción de dirigentes verdes y tricolores hacia la coalición Morena-PT-PES y las fuerzas de la malograda alianza Por Chiapas al Frente –donde además existe el riesgo de que la pugna por las postulaciones se resuelva en tribunales–, sólo dejan claro que el PRI está de capa caída, aunque de él provienen los más fuertes aspirantes a la gubernatura.