Tuxtla Gutiérrez mediados del Siglo XX
Y se hacían en casa ¿O se pasaban a comprar a la tienda? No, no. Se hacían. Formaba parte de la tradición y… había pues, [otra] tradición también, [la de] visitar las iglesias.
Y se hacían en casa ¿O se pasaban a comprar a la tienda? No, no. Se hacían. Formaba parte de la tradición y… había pues, [otra] tradición también, [la de] visitar las iglesias.
Tuvimos que esperar varios años más para tener de nuevo la oportunidad, pero las trampas de siempre -nuestras trampas- volvieron a impedirlo. La frustración y la desesperanza crecían en ciudades y pueblos. En cada casa. En la ciudad y en el campo. La corrupción lo impidió. Esa vez ni siquiera “saltamos a la cancha”, fue como un desafuero de facto.
El viernes 15 de marzo varios lugares de la capital chiapaneca se vieron asolados por miembros de una de las ramas del Movimiento Obrero Campesino Regional Independiente (MOCRI).
Sería un despropósito pensar que en lo que va de este gobierno todo se ha hecho mal . La moderación y la crítica fundada son un bien escaso en la esfera pública nacional y local. Por lo tanto, el debate tiende a concentrarse en posiciones prácticamente irreconciliables entre quienes sólo ven pifias e incorrecciones, frente a aquellos que piensan en positivo todas las acciones que el gobierno emprende.
Nos encontraríamos también con la evidencia de que la desigualdad es el saldo trágico de las políticas públicas de los últimos 30 o 35 años y que hoy es necesario revertirlas. Pero también que las libertades individuales y colectivas que promueve el neoliberalismo -o buscan promoverse- son los elementos esenciales para la equidad, la democracia y la justica social.
A propósito de un conversatorio -como se les llama ahora- llevado a cabo el 9 de marzo pasado en el CESMECA de la UNICACH, a través del Observatorio de las Democracias: Sur de México y Centroamérica, en coordinación con el Grupo de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos del ECOSUR, estuve reflexionando en que, desde mis días de estudiante de antropología en la ENAH, he estado relacionado estrechamente con Centroamérica.
La democracia es un proceso complejo y difícil. A veces de difícil acceso, en más de las ocasiones incomprensible para muchos, porque implica supeditarse por completo a la “dictadura de la mayoría”, una idea no tan arraigada en una población como la nuestra, la mexicana, en donde la ciudadanía ha sido relegada por años a un mero concepto sin uso, marchito y marginado por los partidos políticos que han estado en el gobierno.
La crisis ética, académica y financiera por la que atraviesa nuestra Universidad se fue gestando durante esta su segunda época; al menos durante los últimos veintiun años, desde 1998, exacervada durante la administración de Vals Esponda (2010-2014), hoy secretario general de la ANUIES y, por si hubiese hecho falta, empeoradaa grado sumo por la tibia gestión de Ruiz Hernández (2014-2018), flamante coordinador de asesores del gobierno estatal vigente.
Asombrada por lo sucedido y agradecida por poder continuar su recorrido, Gertrudis recordó el silbido del viento y los ladridos de los perros. ¿Habría sido augurio o mera coincidencia? Jamás olvidaría esa noche.