Aromas que perduran
Genoveva se arremangó el pantalón al salir al patio, el aroma a tierra mojada y el cielo grisáceo le indicaban que esa tarde la lluvia estaba por caer y de manera fuerte. Con algo de pereza refunfuñó por haber dejado el portón sin candado, justo ahora que se acordó de cerrar la lluvia se avecinaba.











