Apología de la violencia
Decía un clásico que no hay peor cosa que un renegado intentando redimirse.
Decía un clásico que no hay peor cosa que un renegado intentando redimirse.
Este año de 2018 es el escenario temporal de varios aniversarios que marcaron a mi generación juvenil. Tres de esos aniversarios fueron particularmente importantes, enunciados aquí en orden cronológico: 200 años del nacimiento de Carlos Marx, 50 años del Movimiento Estudiantil de 1968 y 45 años de la fundación del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Luppi, en Lugares comunes: “La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra. Lúcido viene de Lucifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama Lucifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse…»
Su labor como educadora se convirtió en una pasión que fue forjando con el paso del tiempo, como cuando se siembra un árbol y se riega cotidianamente con mucho amor, cuidando cada etapa de su crecimiento.
Sirva la chanfaina sobre un plato extendido, preferiblemente blanco con vivos rojos. Ponga al lado izquierdo un platoncillo de buen arroz, coloradito, seco y vaporoso —para que el comensal se sirva a sus anchas—, y junto a él un platillo provisto de chile seco molido con sal.
Me dijo que cuando alguien lo apura él piensa en su abuelo e imagina que todo en el mundo se mueve en cámara lenta y deja que el mundo de su alrededor ruede con su movimiento apresurado, porque sabe que el universo se expande de manera lenta, lenta, lenta…
Nada más lejos de mi intención que criticar las campañas políticas de México, país en el cual he desarrollado mi carrera profesional y personal. Además tal circunstancia no es admisible como extranjero residente en este país desde hace muchos años.
Kafka: “Se deberían lanzar los conjuros al suelo, se debería danzar sobre el suelo y cantar al suelo. La ciencia, por lo que sé, no afirma otra cosa, y lo más extraño es que el pueblo dirige todas sus ceremonias hacia las alturas”
Dicen las dos clásicas referencias políticas mexicanas: “la forma es el fondo” y “un político pobre, es un pobre político”. Un México sin el PRI sería el escenario más cercano a lo que muchos mexicanos han pedido y luchado por que se cumpla: una cultura política que deje atrás la corrupción y la impunidad y políticos que no piensen en su bolsillo, sino en el bien común.