Nuestra chanfaina, del mundo
Sirva la chanfaina sobre un plato extendido, preferiblemente blanco con vivos rojos. Ponga al lado izquierdo un platoncillo de buen arroz, coloradito, seco y vaporoso —para que el comensal se sirva a sus anchas—, y junto a él un platillo provisto de chile seco molido con sal.











