
Quién cuenta los abalorios de la noche
Emily Dickinson: “ ‘Esperanza’ es esa cosa con plumas –/ Que se posa en el alma –”
Emily Dickinson: “ ‘Esperanza’ es esa cosa con plumas –/ Que se posa en el alma –”
En ocasiones anteriores hemos hablado de los problemas económicos por los que pasa Chiapas, específicamente, de la crisis y el rezago económico en el estado a partir de los datos sobre empleo y desocupación.
Felicidad es uno de esos conceptos tan discutido desde distintas disciplinas como usado con cotidianidad por los seres humanos, al menos por aquellos formados en el universo religioso y cultural judeo-cristiano.
D. H. Lawrence: «El deseo es lo más maravilloso que la vida puede ofrecer. Quien sea capaz de sentirlo es un rey, y merece toda mi envidia”
En las primeras dos partes de esta serie hemos tratado de responder algunas preguntas y despejar, en la medida de lo posible, algunas afirmaciones basadas en lugares comunes.
En el estado más joven del país solo hay una certeza; está lleno de jóvenes y con tanta juventud en toda su geografía solo hay una seguridad: la efervescencia social está consolidada; pues mientras el país envejece y cambian sus prioridades, en Chiapas dichas prioridades seguirán siendo las mismas; salud, educación básica, agua y drenajes dignos que la ciudadanía exige y continuará exigiendo. Prioridades que, por cierto; nunca en nuestra historia han tenido una cobertura universal.
Deambulan entre la iglesia desprovista de torres, su campanario aislado, la plaza, el quiosco y el edificio devastado… hasta que por fin el señor de las nieves —previa compra, charla, condescendencia y demás— se anima a contar la historia y algo dice:
Es una palabra engañosa. Es de las más engañosas del mundo. Es una palabra dos caras. ¡Qué diferencia con respecto a la palabra bondad, por ejemplo! La palabra bondad no se presta a la confusión que sí provoca la palabra control.
Es imposible no hablar de la violencia. El desborde que ha alcanzado en nuestro país no tiene precedentes en las últimas décadas. ¿Por qué hemos llegado hasta aquí? Una pregunta compleja, pero al mismo tiempo muy obvia.