El Renombrador
Hubo una vez un parque llamado Flor de Mayo. Su nombre fue elegido, durante una convención presidida por abejas y colibríes. Y luego, en lengua zoque, “Joyyo Mayu”, vertido en tímpanos humanos: ¡Algarabía! Todos los habitantes, animales y vegetales, estuvieron de acuerdo. Y hubo fiesta por muchos días. Y rodaron las lunas del tiempo.