No es nada personal
El problema de cuando las y los servidores públicos se toman las cosas personales –lo digo por los dos casos de los que he hablado en esta columna- es que se pierde el tiempo y la ciudadanía no obtiene ningún tipo de provecho. Es demasiada soberbia y una falta de respeto para las y los ciudadanos reducir un asunto de políticas públicas a una cuestión personal.